Leemos a Samanta Schweblin y Julio Cortázar
«Mi nena era realmente una dulzura, pero dos palabras alcanzaban para entender que algo estaba muy mal en esa chica, algo seguramente relacionado con la madre. A veces pienso que quizá debí de habérmela llevado conmigo, pero casi siempre pienso que no. A unos metros del televisor, junto a la ventana, había una jaula. Era una jaula para pájaros —de unos setenta, ochenta centímetros—, que colgaba del techo, vacía». Extracto de «Pájaros en la boca» de Samantha Schweblin Lee los relatos de Samanta Schweblin y Julio Cortázar que hemos seleccionado y ven a charlar con nosotros.
